El medio acuático esta reconocido como un medio espléndido para multitud de programas de rehabilitación. Os sugiero que consultéis el documento pdf.que encontraréis en la siguiente dirección, en el que explican claramente que es el Concepto Halliwick y su aplicación como tratamiento para diferentes patologías, destacando entre ellas la parálisis cerebral en los niños.
Acabo de recibir una llamada de uno amigos de Vigo, que es una ciudad preciosa y acogedora en donde por cierto nací y viví la mitad de mi vida, y no puedo resistir la tentación de enviaros información y fotos de las maravillas que por allí tenemos. Se acerca el verano y el que más y el que menos, a pesar de la crisis, alguna escapadita a la playa seguro que está planeando hacer...
Os presento este otro vídeo que podemos considerar que está en las antípodas de los dos anteriores. En este caso el "Pedazo monitor" está encantado con las virguerías que consigue de los chiquitines. Los aproximadamente 2 minutos y medio iniciales son bastante anodinos, pero a partir de ahí, vemos como maneja a un niño que apenas tendrá dos años: pa..lante, pa...trás, perfecto! se le oye decir después de cada voltereta de la criaturita; que te cojo por los brazos.., que te suelto.., toma, perfecto! Y el niño venga a llorar, que no creo que entienda porqué sus papis le dejan en manos de este señor, que además, en vista de lo fenomenal que le salen las pirutetas, le acompaña hasta el bordillo agarrándole por el pelo, no vaya a ser que el chiquitín meta la cabeza y no salga en la peli. Es curioso, porque desde luego el método para que no tengamos problemas con los niños en la piscina y podamos disfrutar de un jornada tranquila es infalible, porque estoy segura de que "Bruno" en cuanto llegue el buen tiempo, y vaya con sus papis a la pisicina de la urba, no se va a acercar al agua ni jarto de cocacola, así que antes tendrá un problema de insolación... Dejando las bromas aparte, está muy bien que el niño consiga la flotación dorsal, cosa que hemos visto que se puede lograr por otros métodos más apropiados y es también importante, que el niño sepa orientarse en el agua y reaccionar tras una caida fortuita, buscando la flotación, y sobre todo el desplazamiento hasta el bordillo, pero esa serie de volteretas seguidas, una detrás de otra, parece estar más bien dirigida a otro fín, y es que el niño consiga mantenerse a flote, en un mar embrabecido tras caer de un barco en alta mar. Por otro lado me llama la atención, que con tanta precocidad para algunas cosas, los alumnos más mayorcitos de este monitor, en los desplazmientos en posición ventral, en lugar de hacerlo en una posición adecuada para un buen desplazamiento, es decir con el cuerpo bien estirado y la cara en el agua, lo hagan prácticamente de pie, con la cabeza forzada hacia atrás, a punto de desnucarse y moviendo brazos y piés en lo que se llama natación tipo "perrito". Este tipo de natación es un atraso, que además trae problemas cuando llega la hora de querer corregir dicha postura.
Fijaros lo a gusto que está este bebé y como se mantiene en flotación simplemente realizando movimientos reflejos, que todavía no ha perdido. Esta experiencia temprana, más que un aprendizaje, es una adaptación al medio acuático, ya que como digo el niño todavía no ha perdido los movimientos reflejos, y gracias a ellos puede flotar e incluso desplazarse, pero a partir de los dos años, que ya los habrá perdido si no le enseñamos otras destrezas, habrá un retroceso significativo en lo que parecía que dominaba. Es importante que el niño disfrute o que por lo menos no lo viva como algo traumático, aunque por supuesto es habitual que los niños lloren las primeras veces, sobre todo si pierden el contacto con el progenitor que está con él en el agua, que ya no tiene porque ser la madre, como ocurría hasta hace bien poco. Actualmente hay una gran cantidad de padres (varones) que disfrutan de esta maravillosa experiencia con sus hijos. Este contacto físico, de enseñanza, de protección, de infundirles valor y de ayudarles a descubrir nuevas sensaciones, estrecha de una manera extraordinaria los lazos afectivos entre ambos.